El Capá

El capá blanco o capá sabano, es un árbol siempre verde, mediano, de hasta 70 pies de altura con tronco de 1.5 o más pies de diámetro. Se caracteriza por su corteza gris, agrietada, que se separa en tiras; sus hojas opuestas, amarilloverdosas, con tallo largo, ásperas, con las venas bien brotadas por debajo; sus racimos de flores blancas, cada una de aproximadamente un octavo de pulgada de diámetro; y sus frutas de color púrpura, dulces, de poco más de un cuarto de pulgada de diámetro. Florece y fructifica irregularmente durante el año. Los ruiseñores, las palomas turcas y otras aves silvestres consumen las frutas y dispersan las semillas.

El árbol es nativo de las Bahamas y las Antillas Mayores. Ha sido introducido a la Florida para ornato y sombra. Crece en suelos con buen drenaje en áreas costeras calizas, en los mogotes y en alturas intermedias de la cordillera. Es más común a lo largo de carreteras, caminos, verjas, y en matorrales porque las semillas necesitan luz para germinar. Se sembró mucho para sombra de café y para reforestación en los bosques estatales.

La albura es grisácea y por lo general no se distingue fácilmente del duramen, que es más oscuro, con franjas atractivas que recuerdan el mármol. La madera es pesada pero fácil de trabajar. Tiene lustre mediano o alto y una fibra bastante fina, que puede ser recta o irregular. Seca al aire con rapidez y degradación moderadas, y sus anillos de crecimiento son poco conspicuos. La madera recién cortada despide un olor que recuerda la leche de cabra. Esta es una de las maderas favoritas de los artesanos y los ebanistas, quienes la usan para muebles, tallas, artículos torneados y artesanías. Se usó mucho para ebanistería, carpintería, construcción, carretas, postes, pilotes y traviesas de ferrocarril. En otros lugares se emplea para muebles, construcción, vigas, paneles, pisos y mangos de herramientas.